El Singapur que conocemos hoy tiene una historia marcada por las rápidas transformaciones. Creada inicialmente en virtud de intereses políticos y económicos británicos, fueron los cambios económicos a nivel local y mundial que pusieron en marcha la gran transformación del país y de su sociedad.
Los primeros registros de Singapur datan del siglo II, cuando el territorio aparece en un mapa creado por el matemático, astrólogo y geógrafo Ptolomeo. Del siglo III datan relatos chinos en los que Singapur aparece mencionada como la “Isla en el Final”, una referencia a su localización en el extremo de la Península Malaya.
El nombre Singapur tiene sus orígenes en el siglo XIV, cuando el príncipe de Srivijaya, de visita en la región, habría visto un león (algo altamente improbable en una zona habitada por tigres y no leones). Después de este supuesto encuentro, la región pasó a ser conocida como Singapur, que en sánscrito quiere decir Ciudad del León (singa = león y pura = ciudad).
En los años posteriores, y siguiendo varias transformaciones políticas regionales, Singapur formó parte de varios imperios locales, siendo el último el Sultanato de Johor.
Ante el aumento de la influencia holandesa en la región el gobierno británico designó a Sir Stamford Raffles para garantizar las rutas comerciales entre China e India de la Compañía de las Indias Orientales.Sir Raffles vio que Singapur reunía las condiciones ideales para la creación de un enclave comercial que pudiese recibir a los barcos mercantes, hacer su mantenimiento y al mismo tiempo contrarrestar la presencia holandesa. Raffles consiguió que el Sultanato de Johor concediese a los británicos el establecimiento de un enclave comercial en 1819, fecha que se considera como el nacimiento del Singapur moderno.Se estableció un puerto franco que gracias a una buena divulgación comenzó a atraer mercaderes de toda la región que intentaban huir de las restricciones y las tasas impuestas por los holandeses.La decisión fue un éxito comercial y la población de la isla comenzó a crecer. En 1823 se firmó un nuevo acuerdo con el Sultanato de Johor por el cual toda la isla pasó a quedar bajo jurisdicción británica, sometida a su administración y leyes pero respetando las costumbres, tradiciones y religión malayas. En 1824 Singapur fue cedida definitivamente a los británicos. En 1825 su población era ya de 10.000 habitantes.En los años siguientes la ciudad siguió creciendo con el libre comercio como su impulsora. Varias empresas europeas establecieron sus filiales en Singapur, así como mercaderes chineses, judíos, armenios, árabes, americanos e hindúes. Las comunidades china e hindú comenzaron a destacarse por encima de los primeros habitantes malayos.
La historia de crecimiento de Singapur se vio interrumpida por la Segunda Guerra Mundial. Poco después del ataque japonés a Pearl Harbour, Singapur cayó bajo el dominio del Imperio Japonés. Tras la rendición japonesa, los británicos retomaron el control de la región. Pero la economía solo volvió a crecer en 1947 y pasaron muchos años hasta que se alcanzaron los niveles anteriores a la guerra.
En 1955 el primer ministro Lin Yew Hock (que asumió el cargo después de la renuncia de David Marshall, elegido para el puesto en primer lugar) consiguió negociar con Gran Bretaña el autogobierno para Singapur, del cual solo quedó fuera el control de la defensa y los asuntos exteriores. En 1958 el parlamento británico aprobó la creación del estado de Singapur, decisión a la que siguieron elecciones generales. En 1963 Singapur, Malaya, Sabah y Sarawak se unieron formando Malasia. Sin embargo, la unión provocó tensiones raciales y disputas económicas. En 1965 Singapur dejó de formar parte de Malasia, naciendo la República de Singapur.
El desarrollo de la industria y el turismo volvió a marcar el rumbo de Singapur, que consiguió reducir del 12% al 3% la tasa de desempleo durante los 80 y los 90. En estas décadas Singapur se convirtió en un polo de la industria de alta tecnología y de la petroquímica, además de realizar nuevas apuestas en su puerto y en el sector turístico. Debido a su rápido crecimiento, fue incluida en el grupo de los Tigres Asiáticos junto a Hong Kong, Taiwan y Corea del Sur.
La República de Singapur es hoy una república parlamentaria constitucional que ha sido administrada por el mismo partido, el PAP, desde su fundación. Desde entonces el país solo ha tenido tres primeros ministros. El actual primer ministro, Lee Hsieng Loong, es el hijo mayor del primer ministro Lin Yew Hock que gobernó Singapur durante tres décadas.
Reconocida como uno de los principales centros financieros internacionales, uno de los principales refinadores de petróleo del mundo, uno de los cinco puertos con más movimiento del mundo y el segundo mayor mercado de casinos del planeta, Singapur continúa creciendo económicamente y en su extensión territorial.
Su población hoy es de cerca de 5 millones de habitantes, siendo 3 millones ciudadanos singapurienses. El resto son residentes permanentes y trabajadores extranjeros. La mayor comunidad étnica hoy es la china, con el 74% de los ciudadanos, seguida de la malaya, con el 13% y de la hindú, con el 9%. A los habitantes de ascendencia europea se les conoce como euroasianos.
La principal lengua de Singapur es el inglés, utilizada en los colegios, los documentos oficiales y la justicia. También son lenguas oficiales el mandarín, el malayo y el tamil, un reflejo de las etnias que forman el país. Hay una preocupación evidente por parte de las autoridades en fortalecer el inglés sin olvidar las diferentes culturas locales.
La principal religión es el budismo, pero también están presentes el cristianismo, el islam, el taoismo y el hinduismo.
Con una infraestructura modélica para recibir a los turistas, y ofreciendo una combinación única de colores, sabores y culturas asiáticas tan diversas, Singapur ofrece un ambiente muy rico para el que quiere comenzar a explorar lo mejor de Asia.
Singapur es el hogar de un collage de comunidades, culturas y religiones, cada uno acompañado por un rico patrimonio que se remonta muy atrás en el tiempo. Para experimentar verdaderamente la diversa etnología de Singapur, debemos dirigirnos a los diferentes barrios étnicos. Así conseguirmeos un auténtica inmersión cultural, donde los cinco sentidos podrán disfrutar de una gran variedad de experiencias. Algunos barrios étnicos para empezar son Chinatown, Kampong Glam, Little India, Joo Chiat y Katong.
La mejor manera de descubrir la historia de la de Singapur es a través de las muchas rutas del patrimonio de la isla. Lo que nos espera se ha descrito frecuentemente como una experiencia surrealista que te transporta de nuevo a los diferentes períodos de tiempo y momentos históricos clave.